sábado, 18 de junio de 2011

Un alcalde tartamudo ¡y qué!

José es nuestro alcalde. Bueno en realidad alcalde, alcalde, no es. Hace años que el pueblo perdió el ayuntamiento, el médico, la escuela... menos el cura,  lo ha perdido todo pero es igual, José es el alcalde.

Es el último que queda en su casa, una de la más grandes, y en la que todo sigue igual que hace siglos. Es el mayor, así que le ha tocado la china de quedarse soltero y con la herencia.Vivía con su tío, pero ahora vive solo

A  José las palabras se le atragantan. En otro sitio esto podría haber sido un impedimento para ejercer de alcalde a perpetuidad. Pero aquí las leyes las marca la naturaleza, el tiempo va por libre, como todo. Y prisa, no hay ninguna ¿qué cuesta esperar a que suelte José su frase? absolutamente nada.Es más casi nadie es consciente de que el alcalde tiene un problema de palabras..

Dicen que en uno de sus mejores campos encontró un tesoro, monedas,  escudos, cascos... y  hasta tumbas y que lo tapó con el tractor para no meterse en líos o perder el campo. Por aquí han desaparecido muchas cosas, pueblos enteros, monasterios importantes.. así que igual es hasta verdad, han aparecido yacimientos en otros pueblos cercanos, yo siempre que paso por su campo, miro a ver si sale algo.

Este invierno quitó las ovejas pero dice que su tio aún anda de pastor por ahí. A nadie nos extraña. Es un hombre que sabe mucho de animales, de árboles y otras cosas básicas De cuentas, no tanto. Lleva con el cura lo más complicado del pueblo: los dineros del bar y hasta ahora nunca han conseguido que les cuadren.